Todo lleva su tiempo, siempre que llovió paró. Siempre que hubo anegamientos, todo volvió a la normalidad. Así de claro.
Hoy tenemos Sol, el agua va bajando, luego vendrán nuevas lluvias y también sequías, porque así es la Naturaleza. Ella es la dueña del mundo, y desde siempre tuvo, tiene y tendrá ciclos que invariablemente se cumplen.
El ser humano en general es quejoso: reniega porque no llueve, porque llueve demasiado, porque hace mucho frío o es sofocante el calor.
Los vaivenes de la Naturaleza ocurren desde tiempos inmemoriales, y el mundo sigue andando. Eso sí, para superar las adversidades, muchas veces tenemos que... ¡aguantar el calor con saco!