El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Reconquista advirtió sobre un escenario meteorológico adverso para los próximos meses de primavera en el norte de Santa Fe, con precipitaciones previstas por debajo de la media. Esta situación impactará tanto en la disponibilidad de agua como en la calidad del forraje, afectando directamente a la producción animal.
Mario Basán Nickisch, referente en manejo de recursos hídricos del INTA Reconquista, subrayó la importancia de asegurar el uso sostenible y eficiente de los recursos hídricos disponibles y destacó la necesidad de una rápida adaptación a las cambiantes condiciones climáticas. "Ante un trimestre caracterizado por bajas precipitaciones, es crucial implementar planes hídricos eficientes", señaló.
Se espera que el fenómeno de La Niña alcance su pico en los meses de octubre y noviembre, lo que agravará la situación hídrica. Por ello, resulta urgente que los productores implementen estrategias de manejo del agua adecuadas para este período crítico. Según el pronóstico, en octubre y noviembre las precipitaciones serán inferiores a lo normal, y aunque existe la posibilidad de que las condiciones climáticas se normalicen durante el verano, se enfatiza la importancia de que los productores trabajen en planes hídricos eficientes para manejar los recursos de manera óptima y mitigar los efectos de la sequía.
Recomendaciones
En respuesta a este panorama, el INTA Reconquista recomienda que cada establecimiento desarrolle un plan hídrico específico, basado en un diagnóstico previo de la situación actual y de las planificaciones futuras.
En áreas como la Cuña Boscosa, la Depresión Central de los Bajos Submeridionales, la Zona de Transición y el Domo Occidental, se sugiere que el bombeo de agua subterránea se realice de manera controlada para evitar problemas de salinidad y garantizar un suministro constante.
Además, promover la combinación de diferentes fuentes de agua puede ayudar a amortiguar los picos de concentración de sales, manteniendo la calidad del agua en niveles aceptables para la producción. Basán Nickisch también destacó la importancia de monitorear constantemente la calidad del agua utilizada, mediante análisis físico-químicos confiables y el uso de un conductímetro para evaluar la calidad del agua en tiempo real.
Los productores deben estar preparados para adaptarse rápidamente a las condiciones climáticas, tomando decisiones estratégicas sobre el manejo del ganado y los recursos disponibles.